En ese mes queremos rendir un pequeño homenaje al amor en el matrimonio. 3 características lo definen, que son las que se recogen en este diseño. ¿Sabes cuales son?
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Las marchas de Dios
¿Qué tiene que ver una palanca de marchas con los siete sacramentos? Descúbrelo en este diseño y vive engranado en Jesús para dar fruto abundante.
Veinticuatro por siete.
Este diseño está especialmente dedicado al sacramento del orden sacerdotal por su importancia en el devenir de la Iglesia desde las primeras comunidades cristianas administrando el encargo de Cristo de «haced esto en memoria mía» y «a quien perdonéis los pecados, éstos quedarán perdonados».
Hombre y mujer los creó.
Este diseño recoge nuestra visión del matrimonio católico. Con este «apellido», lo que en la sociedad civil se concibe como un contrato entre dos, se convierte para los católicos en una Alianza entre tres: los dos esposos y Dios. Lo que en un contrato se traduce en derechos y deberes, en una Alianza implica promesas y compromisos y así se deduce de las respuestas que da Jesús cuando se le pregunta por el matrimonio, que ya era habitual en esa época.
El soplo de SU fuerza.
Este diseño recoge nuestra simplificación del efecto del Espíritu Santo en nosotros apoyándonos en “la fuerza” de la famosa saga de Star Wars. En este caso, la frase que acompaña al diseño no podía ser más icónica: “que Su fuerza os acompañe”, haciendo un claro guiño a la película, pero sobre todo a la promesa que había hecho Jesús a sus discípulos de recibir su Espíritu Santo para que les acompañe y les guíe en su misión.
La Eucaristía: Tomad y comed.
El nacimiento de Jesús marca, para toda la humanidad, el inicio de una relación nueva con Dios Padre, que se hizo hombre por nosotros. Desde entonces, Jesús ya no nos ha abandonado. Él tiene una presencia real con nosotros en la Eucaristía, donde el pan eucarístico se convierte en su cuerpo gracias a la intercesión del sacerdote.
Efettá, que significa Abreté.
Efetta… Abreté al Amor de Cristo o como nos dice Juan Pablo II, Abrid las puertas a Cristo!! Este milagro nos abre los oídos y la lengua par escuchar y proclamar la Palabra de Dios. Lejos de ser un milagro más, este milagro está muy patente en uno de los sacramentos católicos…aunque a lo mejor no nos acordamos.
