Enderezad sus sendas

Preparad el camino al Señor. (Mt 3, 3)

Dado que este adviento escucharemos dos veces (en el segundo y tercer domingo de adviento) el mensaje de San Juan Bautista, este año hemos querido hacernos eco de su mensaje en el diseño de este adviento.

San Juan Bautista era primo lejano de Jesús e hijo de Zacarías, sacerdote del templo de Jerusalén, e Isabel. Al igual que otros grandes personajes de la Biblia, su nacimiento fue una promesa cumplida de Dios. Isabel le dio a luz en edad avanzada y su padre Zacarías, que había dudado de dicha promesa, quedó mudo hasta que tuvo que elegir el nombre para su hijo. La oración que recita al recobrar su voz es el Benedictus (Lc 1, 57-79), y lo rezamos todos los días en la liturgia de las horas.

De la vida de San Juan Bautista podemos destacar tres cosas, que nos pueden dar luz en este adviento que comenzamos.

  • “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos, enderezad las sendas” (Mt 3,3) es el mensaje principal de Juan, que quiere anunciar al pueblo de Israel que el Mesías está cerca. (con las mismas palabras que ya usó el profeta Isaías). Igual que nosotros preparamos nuestra casa para acoger la Navidad (es curioso que no la adornemos en Pascua de manera similar aunque es mucho más importante) Juan nos recuerda que debemos hacer algo similar en los caminos que llegan a nuestro corazón. Dios espera encontrar un corazón manso y humilde y nos anima en este adviento a limar las aristas de los caminos de nuestro corazón que nos hacen ser cortantes, a quitarnos esas esquinas donde se nos acumulan los pecadillos, que poco a poco van taponando nuestra capacidad de amar. En definitiva, a tener caminos limpios y rectos donde su amor fluya sin problemas: De Él hacia nosotros y de nosotros hacia los demás. Esa es la base del diseño de este mes que recoge un conjunto de caminos típicos de esos que llegan a nuestro corazón, con muchas aristas y curvas donde se acumula suciedad y en algunos casos, con caminos que de tantas curvas que tiene ya no sabemos a dónde lleva. ¿Te animas a dedicar un tiempo este Adviento en darles una pequeña limpieza en la Confesión?
  • Al ver Juan a Jesús que venía hacia Él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo». (Jn 1,29).  Estas son las palabras de San Juan Bautista tras haber bautizado al Señor que reconocen de manera temprana la misión redentora de Jesucristo, que es ofrenda definitiva para asumir todo el pecado de la humanidad. Estas palabras que nos son familiares porque las escuchamos justo antes de comulgar (“Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los llamados a la mesa del Señor”) nos animan a que este Adviento cuidemos especialmente la Eucaristía, que es donde Jesucristo sigue estando hoy, aunque naciera como hombre hace unos cuantos siglos en Belén y muriera unos años después en Jerusalén. Por cierto, estas palabras tienen su continuación en “Señor, no soy digno de que entres en mi casa”, sobre la que puedes leer un par de preciosas reflexiones aquí y aquí, en el marco de The Chosen.
  • «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» (Mt 11, 3). Ese es el encargo de San Juan Bautista con el que manda a dos discípulos a ver a Jesús… ¡Incluso después de que él mismo le hubiera bautizado en el Jordán (Mt 3, 13-17) donde había visto cómo se abría el cielo y se escuchaba la voz del Padre que decía: “Este es mi Hijo, en el que me complazco”! ¿Te lo puedes imaginar? ¿Haber oído la voz de Dios y al poco tiempo dudar de que Jesucristo era el Mesías? Si le pasó a Juan, ¿Cómo no nos va a pasar a nosotros, que de vez en cuando se nos olvida que Jesucristo es Dios y se hace hombre por amor por ti y por mí? Eso es lo que celebramos en Navidad, así que los brillos no te despisten.

Así que con esta mirada a tu corazón y a sus carreteras, te animamos a que durante este Adviento dediques algo de tiempo a limar las asperezas de tu corazón, para que tu corazón sea capaz de acoger suave y dulcemente al Redentor que tenemos…aunque no lo merezcamos. Eso es tarea tuya, lo que si podemos poner nosotros es el diseño en una sudadera suave y calentita para que tu abrazo sea acogedor 100%.

#teatrevesalucirlo


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