2025: Una año de Gracia

La esperanza no defrauda (Rom 5,5)

Empezamos 2025 con este diseño, que nos recuerda el año de Gracia que comenzamos en este año Jubilar, (Anno di Grazia) segundo para la gente de nuestra generación, tras el Jubileo del año 2000. Ese Jubileo fue muy importante en nuestra vida de fe porque fue el culmen de un proceso de tres años de preparación en el marco de la comunidad juvenil a la que pertenecíamos, cuyo nombre era, de hecho, la Comunidad del Jubileo.

Mirando hacia atrás, a ese agosto de 2000 en la explanada de Tor Vergata, vale la pena recordar la misión que nos daba el Papa San Juan Pablo II ese día: “Queridos jóvenes, al volver a vuestra tierra poned la Eucaristía en el centro de vuestra vida personal y comunitaria: amadla, adoradla y celebradla, sobre todo el domingo, día del Señor. Vivid la Eucaristía dando testimonio del amor de Dios a los hombres”.

Analizando mi vida desde entonces hasta hoy, puedo reconocer muchos rastros de la presencia de Dios en ella, pero también muchos momentos donde ésta no ha estado tan clara, bien porque no he sabido serle fiel o porque he sucumbido reiteradamente a las tentaciones de este mundo. Claramente podría afirmar que cuanto más alejado he estado de la misión que el Papa nos encomendó ese día, más me ha costado mantenerme fiel a su Palabra. ¿Si miraras hacia atrás unos años en tu vida, sabrías reconocer a Dios en ella? ¿Sabríais identificar cuando ha estado más cerca y cuando lo has sentido más lejos?

Hoy, 25 años después de ese jubileo del 2000, el Papa Francisco nos regala un nuevo año Santo con el lema Peregrinos de la Esperanza porque «necesitamos recuperar la alegría de vivir en Cristo, ya que el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26), no puede conformarse con sobrevivir o subsistir mediocremente, amoldándose al momento presente y dejándose satisfacer solamente por realidades materiales». Así, este Jubileo nos vuelve a recordar que la alegría en comunidad es una de las características del cristianismo frente a un mundo cada vez más esclavo e individualista, que nos vuelve cada vez más desagradables e intolerantes.

Claramente, el tema elegido por el Papa para este Jubileo tiene dos conceptos que son antagónicos con el sentir actual, y que es urgente que como católicos, los tengamos presentes en nuestro día a día:

  • Ser peregrinos nos recuerda que nuestro tiempo en la tierra es finito y nos invita a vivir en la austeridad, para ser capaces de entender dónde está lo importante y la relatividad de todos los bienes materiales.
  • Tener esperanza nos hace mirar a la vida eterna, promesa de nuestro Señor Jesucristo y regalo que nos ofrece con su muerte en la cruz por nosotros, regalo inmerecido que nos hace confiar en su gracia, ya que Dios es el único que nos puede otorgar una vida eterna a su lado.

Finalmente, este año también estará marcado por un hecho muy singular ya que el 20 de abril de 2025 celebraremos la resurrección del Señor tanto la iglesia católica como la iglesia ortodoxa, lo que no ocurre todos los años ya que seguimos calendarios diferentes. Considerando que este año también celebramos 1700 años del Concilio de Nicea, primer concilio ecuménico de la iglesia católica (325 d.C), este hecho es una llamada especial para todos los cristianos de Oriente y de Occidente para volver a buscar lo que nos une y no lo que nos separa. ¡Ya tenemos suficiente separación en el mundo en el que vivimos!

Te pedimos Señor que este año de gracia aprovechemos para acercarnos a tu misericordia, saliendo de nuestra zona de confort de la fe y mostrando a todo el mundo la alegría de creer en ti en el mundo de hoy. Sabemos que no estamos solos en esa misión porque tú sigues aquí con nosotros, cumpliendo la promesa que nos hiciste.

#teatrevesalucirlo


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