La Sagrada Familia

José subió a Belén con su esposa, que estaba encinta (Lc 2, 4)

Cerramos el año con este diseño inspirado en la Sagrada Familia de Gaudí, cuyo interior hemos visitado este verano por primera vez.

Hacía mucho tiempo que no sentíamos tan patente la presencia de Dios al entrar en una iglesia y eso que estuvimos rodeado de miles de turistas y que casi todos ellos se olvidaron de saludar al Señor durante su visita a este impresionante templo. Ese pequeño rincón donde se encuentra el sagrario, como si fuera un pequeño pesebre, en medio de la grandiosidad del templo, es lo que representa este diseño. Si has estado allí, lo entenderás de inmediato.

Queremos usar este diseño para el tiempo de Adviento porque la Sagrada Familia de Gaudí, por la que pasan casi 5 millones de personas al año, nos sigue recordando hoy a esa pequeña Sagrada Familia que llegó desde Nazareth, sin hacer ruido a Belén, para cambiar el curso del mundo.

Miremos 3 paralelismos de las 2 sagradas familias, que nos pueden ser interesantes a la hora de afrontar este adviento tan especial, que nos llevará al Jubileo de 2025.

• En la Sagrada familia en Belén, Jesús nace como luz del mundo en medio de las tinieblas. En la Sagrada Familia de Gaudí, Jesús como luz del mundo es también protagonista. Sus preciosas vidrieras están construidas con colores cálidos hacia el oeste, y de colores fríos al este. De esta manera la luz de la mañana inunda con el frescor de los azules y verdes el interior, mientras que la luz de tarde la inunda con la calidez de sus rojos y naranjas. Aprovechemos este adviento para ser portadores de esa luz a nuestro alrededor para dar color y calidez a nuestro mundo cada vez más sombrío y falto de esperanza.
• En la Sagrada Familia en Belén, una estrella guía los magos hacia el Jesús niño recién nacido y en la Sagrada Familia de Gaudí, es también una estrella, que corona la torre de María de 138 metros de altura, la que reflejando los rayos del sol durante el día e iluminada artificialmente por la noche, nos llama a mirar al Señor. Aprovechemos este adviento para dedicar más ratos a mirar a esa luz que nos sirve de guía en nuestras vidas. (sí, es esa… la luz que está encendida en muchas de nuestras iglesias que nos recuerda que Él está ahí en el sagrario)
• En la Sagrada Familia en Belén, al igual que en la Sagrada Familia en Barcelona, hay una tragedia latente. Gaudí murió en 1926 y no llegó a contemplar su obra finalizada. Igualmente, San José, cabeza de familia en Belén, murió antes de poder ver la obra de su hijo culminada. De nuevo la historia nos vuelve a recordar, también en este adviento, la fragilidad de los planes humanos. Es duro, nos cuesta asimilarlo, pero el Adviento no es más que la espera para constatar que Jesucristo se hizo hombre como nosotros para sufrir también esta fragilidad, para empatizar con nosotros desde esa fragilidad.

Te animamos a que esperes la Navidad con nosotros disfrutando de este Adviento y si estás por Barcelona, no dudes en dedicar una visita sosegada a esta basílica, incluyendo la visita a su Santísimo. Seguro que vale la pena…

PD: Un pequeño resumen para los que no conozcáis la Sagrada Familia de Barcelona: La Sagrada Familia es una basílica modernista, ideada e iniciada por Antonio Gaudí, que se comenzó a construir en 1882 y aún sigue en construcción. La basílica tiene 3 fachadas, (una dedicada al Nacimiento del Señor, otra a su Pasión, recientemente terminada y otra dedicada a la Gloria, que únicamente está proyectada) y en cada fachada hay 4 torres. A estas 12 (dedicadas a los apóstoles, cambiando a San Matías por Judas Iscariote y añadiendo a San Pablo y San Bernabé por San Mateo y San Juan, que ya tienen su torre como evangelistas) se suman otras 4, dedicadas a los evangelistas, sobre la nave central y dos torres principales más, la de Jesucristo (en proyecto) y la de su madre, la Virgen María (recientemente finalizada). Puedes saber más de esta impresionante obra aquí https://sagradafamilia.org/es/home

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