¡Dichosa tú!

Dichosa tú (Lc 1, 39-56).

Tras el hágase que dio a Dios, (Fiat) María no se sienta a esperar, sino que, por el contrario, sale a ayudar a su prima Isabel, que iba a ser madre en avanzada edad (lo que probablemente en el siglo I era un riesgo extremo para la madre) y que vivía en las montañas de Judea (a unos 100-150 kilómetros de distancia de Nazareth). Esta actitud de María de pensar en el otro se vuelve a recoger en los evangelios unos cuantos años después en Caná, cuando a los novios se les acaba el vino y María se lo hace saber a su hijo. (entrada de las bodas de Caná).

Es esta manera tan tierna y maternal que tiene la Virgen María de cuidar de los que lo necesitan y acercarnos a Jesús lo que le ha valido multitud de advocaciones y “piropos” (p.e. todos los que se lanzan a la Virgen cada vez que rezamos las Letanías en el Santo Rosario), bien vinculadas a sus nobles dones, bien vinculadas a las múltiples apariciones que ha tenido en el mundo a lo largo de la historia y los continentes.

Esta presencia mariana a lo largo de la historia también ha quedado ampliamente recogida en el arte religioso y desde él es posible disfrutar de todos los dones de la madre de Dios. Una recopilación más que recomendable de ese recorrido lo podéis encontrar en el libro: “María, una obra maestra: La madre de Dios a través del arte”, de María del Carmen Viana (@mariacvg_) , que podéis encontrar aquí.

España, como tierra de María, tiene más de 150 advocaciones marianas reconocidas, pero fuera de nuestras fronteras también hay varias advocaciones de gran relevancia (p.e. Fátima, Lourdes o Guadalupe), que se han convertido en grandes centros de peregrinación católica a nivel mundial.

Decidir qué advocaciones marianas se han incluido en este diseño final no ha sido tarea fácil y ha sido gracias a vosotros como hemos conseguido llegar a la versión definitiva de este diseño (ver Torneo de la #Reina del Adviento) con las siguientes cuatro advocaciones:

• La Inmaculada Concepción.
• La Virgen de Fátima.
• La Virgen de la Almudena.
• La Virgen de Covadonga.

Lo que sí ha resultado más sencillo es decidir de dónde sacar el título de esta entrada (Dichosa tú) recordando el primer «piropo» que hizo Isabel a María “¡Bendita eres tú entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Cómo puede ser que la madre de mi Señor venga a visitarme? ¡Tan pronto como escuché tu saludo, la criatura saltó de alegría en mi vientre! ¡Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá lo que el Señor te ha anunciado!” (Lc 1, 42-45)

Que en este adviento que comienza hagamos como María y:

• no guardemos los dones para nosotros sino que lo compartamos con todos los que nos importan haciendo una espera «activa» de la Navidad.
• sepamos dejar que Dios se vaya también formando poco a poco en nosotros, quitando lo que nos sobra en el corazón para dejar que Él lo vaya llenando con su fuerza y su gracia.

Disfruta de este diseño en formato sudadera en nuestra tienda textil y todas las advocaciones finalistas en nuestro displate exclusivo. Por supuesto, también puedes encontrar esta advocaciones en formato de taza aquí.

#TeAtrevesaLucirlo?