La Eucaristía: Tomad y comed.

La instauración de la Eucaristía. (Lc 21, 19-20)

Aunque la instauración de la Eucaristía se realiza en la cena de la Pascua del Señor con sus discípulos, realmente es el nacimiento de Jesús el que marca, para toda la humanidad, el inicio de una relación nueva con Dios Padre, que se hizo hombre por nosotros. Desde entonces, Jesús ya no nos ha abandonado y ese día, en el cenáculo prometió que se quedaría con nosotros, con presencia real, en la Eucaristía, donde el pan eucarístico se convierte en su cuerpo gracias a la intercesión del sacerdote.

En ese momento de la Eucaristía, donde el sacerdote eleva el pan y el vino y recita la fórmula que los convierte en cuerpo y sangre de Cristo, yo siempre me imagino en el cenáculo con sus discípulos, recordando las anécdotas y milagros de su predicación como un grupo de amigos en una noche especial. Este momento de recogimiento me permite no solo adorarle hoy sino recordar sistemáticamente su paso por la Historia de la Humanidad para cambiarla.

Si queréis profundizar sobre este sacramento de una manera más detallada os recomiendo la lectura de «Con el corazón en ascuas» de Henri. J. M. Nouwen (que puedes encontrar aquí.

Este diseño aúna de manera simple esas dos ideas: el pan eucarístico elevado rodeado de un calendario siguiendo los diferentes colores litúrgicos, que recuerda que desde entonces, todos los días se hace presente el Señor.

Ese calendario empieza por la izquierda en blanco por el tiempo de Navidad, pasa por el verde del tiempo ordinario hasta llegar al morado de la Cuaresma. En la Cuaresma, pasa por el rosa salmón de su cuarto domingo (domingo de Letare) para acabar en la Semana Santa y en el tiempo de Pascua. Tras concluir el tiempo de Pascua en blanco, volvemos al verde del tiempo ordinario hasta llegar de nuevo al Adviento, con un paréntesis en el morado con el azul de la Inmaculada Concepción de María y el rosa salmón del Domingo de Gaudete. 

Este diseño puede tener dos acabados:

• “I will be there”, que nos recuerda la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Una vez que ha venido al mundo en la navidad del año 0 en el pueblecito de Belén, Él ya no nos abandona. Si quieres encontrarle, solo tienes que acercarte a comulgar.
• «364+1», que nos recuerda que salvo el viernes santo, el resto del año, el sacerdote transforma el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo. Este diseño es un guiño cariñoso a la anécdota que nos contaba el Hno. Paco Cabrerizo en la Lahorra cuando una mujer quería celebrar una misa por su marido fallecido justamente un viernes santo y el cura la insistía que ese día no se celebra misa (realmente no se consagra el pan y el vino).

Elige la que más te guste en nuestra tienda online… y disfrútala todo el año, bien en manga corta o en manga larga.